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Asuntos urgentes

Pronto se celebrará el Pleno de Junio y podremos descubrir qué asuntos urgentes nos presenta el equipo de gobierno. Es esta una modalidad más que se suma al curioso modo de funcionamiento de nuestro equipo de gobierno: dejar fuera del orden del día del Pleno los asuntos que, por su relevancia y trascendencia, deberían ser precisamente los protagonistas de la sesión. Además, son asuntos tan importantes que es imposible creer, como suele argumentarse, que no se han dado a conocer antes al resto de la Corporación porque se han ultimado esa misma mañana. Es preferible pensar que las urgencias responden a otra estrategia porque, de lo contrario, el equipo de gobierno estaría tratando con mucha ligereza temas que, sin duda, marcarán el futuro de Priego a muy largo plazo.
¿Es legal llevar asuntos urgentes a una sesión plenaria, ratificar su urgencia y proceder a su votación? Por supuesto, y se ha hecho en varias ocasiones a lo largo de la legislatura, igual que otros asuntos han quedado sobre la mesa para estudiarlos con más profundidad. Ahora bien, no todo lo que la ley permite hacer es legítimo, ético o simplemente correcto. Lo más grave es el tipo de asunto urgente con el que nos hemos encontrado en los últimos plenos.
Los primeros aparecieron en el mes de Abril. Se trataba del reglamento general de uso de instalaciones deportivas y de la solicitud de especialidades médicas para el centro de salud. Un reglamento para usar las instalaciones deportivas parece algo poco problemático, entonces a qué viene la urgencia si los concejales y concejales manifestamos que no conocíamos su contenido. A que hay que abrir la piscina aunque todavía no sepamos exactamente en qué va a consistir la gestión directa, qué se va a arrendar a terceros ni qué pasa con los trabajadores y las empresas de Priego afectadas por la falta de pagos. También había mucha prisa de repente por solicitar las especialidades médicas, eso sí: poniendo a disposición de la Consejería locales, equipamiento…”y aquello que se estime necesario”. Como no contamos con lo que en justicia nos corresponde porque así lo ha decidido la Junta, tenemos que facilitarle las cosas a costa de los ciudadanos y ciudadanas de Priego que pagan los mismos impuestos y tienen el mismo derecho a la salud que los de otras localidades más afortunadas de nuestra comarca.
En el Pleno de Mayo el asunto urgente aumentó un grado más su trascendencia y su gravedad. Se planteó recuperar la antigua empresa municipal del suelo y la vivienda alegando que el precio de la vivienda en Priego es muy elevado y que los empresarios de la construcción carecen de iniciativa y capacidad para afrontar este problema. Al margen de que lo que necesitaríamos, en todo caso, sería una empresa pública de la vivienda que empezara por realizar un censo de las viviendas desocupadas, en el núcleo urbano y las aldeas, que ajustara la oferta y la demanda y promoviera la autoconstrucción y la recuperación de casas que están a punto de desmoronarse, estamos viviendo un momento en que la propia Gerencia nos viene grande en todos los sentidos y no parece precisamente lo más oportuno darle aún más cargas urbanísticas ni justificarla para que siga creciendo tan desmesuradamente como hasta ahora. Además, habrá que saber y discutir primero con qué suelo contamos, qué fin le queremos dar y con qué recursos podremos poner el capital social que requiere una empresa de tal envergadura. Temas, sin duda, que exigen y necesitan un debate en profundidad y no entrar por la puerta de atrás cuando se estaba acabando un Pleno.
En los primeros años de la legislatura se intentó con mayor o menor fortuna (eso que lo juzgue cada cual) poner freno a las veleidades del equipo de gobierno y obligarle a discutir con todos y cada uno de los grupos políticos que forman la Corporación cualquier propuesta, proyecto o decisión. La mayoría de ellas se aprobaron, algunas no llegaron más allá y otras fueron votadas en contra. Es una práctica normal en cualquier institución democrática. Pero ahora ha cambiado todo y el actual gobierno municipal tiene vía libre para intentar hacer lo poco que pueda de su programa electoral pensando más en los votos de las próximas elecciones que en el futuro de nuestra localidad.