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Seguramente habrás conocido a través de la prensa la campaña internacional promovida por organizaciones y personalidades de todo el mundo que se han movilizado para evitar la condena por apedreamiento de Sakineh Mohammadi Ashtiani, una viuda iraní de 43 años, con dos hijos, acusado de mantener relaciones sexuales con un hombre años después de morir su marido. Ya recibió 99 latigazos y fue sospechosa de haber contribuido a la muerte del que fuera su esposo. Nada ha podido demostrarse. Y a pesar de que la intensa campaña internacional ha conseguido que no se ejecute la pena de lapidación, Sakineh sigue esperando en el corredor de la muerte de un prisión de su país cuál será la pena que sufra en lugar del apedreamiento, una pena que puede ser también de muerte aunque ejecutada de otra manera. El Grupo No Adscrito presentará en el Pleno de este mes de julio una moción para que la corporación se sume a esta campaña, pero es la ciudadanía, cada uno de nosotros y nosotras quienes de verdad podemos hacer algo, desde una ciudadanía cosmopolita comprometida, contra atentados a los derechos humanos de esta magnitud. Sakineh es un símbolo de todas aquellas personas, sobre todo mujeres (en el corredor de la muerte de las cárceles iraníes hay ahora mismo otras 11 personas condenadas por adulterio, de las cuales 8 son mujeres).
Con ocasión del Día Internacional contra la Violencia de Género, el 28 de Noviembre del año pasado aprobamos unánimemente un Plan Local contra la Violencia de Género. Las mujeres de Priego tenemos mucho trabajo por delante todavía en la lucha contra la violencia de género, en la educación contra el machismo y la desigualdad, pero eso no puede hacernos olvidar que en otras partes del mundo, como Irán en este caso, las mujeres siguen sin conocer los derechos y la protección legal que, tras muchos años de esfuerzo y de reivindicaciones, hemos conseguido dentro de nuestras fronteras. Para los ciudadanos y ciudadanas de Priego la universalidad de los derechos humanos es incuestionable, y estamos orgullosos que nuestra Constitución y la Constitución Europea se hagan no sólo eco de esos derechos y se comprometan con ellos, sino de que hayan creado los sistemas de garantías para hacerlos respetar.
No ocurre así en todos los países, aunque hayan tenido la osadía de firmar la Carta de Derechos Humanos y las Convenciones que los desarrollan. Irán ha firmado todos esos documentos, pero considera, desde la Revolución Islámica, que su legislación interna y su código penal no tiene por qué someterse a lo que consideran unos derechos “occidentales” que no pueden imponerse a su tradición. El Consejo de los Guardianes está dificultando las iniciativas pro derechos humanos que tienen su origen en el propio Irán y muchas personas han sufrido represalias o han tenido que exiliarse por defender lo que para nosotros son derechos elementales, fundamentales de la persona.
Recuerda que, como en otras ocasiones, la movilización ciudadana puede salvar vidas y demostrar que somos conscientes de que sólo la universalidad de los derechos y de la justicia nos permitirá vivir en un mundo mejor, y súmate a la campaña internacional para salvar a Sakineh a través de la página web de Amnistía Internacional o la página freesakineh.org.