Tarde de revolcones ante un ganado imposible

Plaza de Toros de Priego (portátil) sábado 5 de septiembre, novillada sin picadores en mano a mano para los novilleros locales Eduardo Jurado y Miguel Ángel Serrano “Miguelito”. Menos de media entrada.

Ganadería.- 4 novillos de Sebastián Santiago de Santa Coloma. Imposibles para la lidia, muy peligrosos desarrollando instinto, revolviéndose y tirando gañafones, no permitiendo el lucimiento de los novilleros.

Incidencias.- En el segundo de su lote Eduardo Jurado, tuvo que ser asistido en la enfermería y posteriormente evacuado en ambulancia tras sufrir un revolcón. El parte médico señala “contusión en rodilla derecha con esguince de ligamento lateral interno, contusiones y erosiones diversas, se recomienda realizar estudio con resonancia magnética, pronóstico reservado”
Miguel Ángel Serrano tras estoquear al último de la tarde también tuvo que ser explorado por las múltiples contusiones sufridas durante la lidia.

Eduardo Jurado (de verde y oro).- estocada trasera (palmas); en su segundo pasó a la enfermería. 
Miguel Ángel Serrano “Miguelito” (de azul pavo y oro).- estocada defectuosa, numerosos intentos de descabello, vuelve a entrar a matar, al final acierta con la cruceta (palmas); en el segundo correspondiente a Eduardo Jurado, pinchazo, estocada delantera (oreja); tres pinchazos y estocada delantera a volapié (oreja)

Comentario.- Accidentada novillada la vivida en la portátil de Priego, donde los dos novilleros sufrieron numerosos revolcones, por parte de unos novillos muy hechos, que desarrollaron instinto durante la lidia, no llegando a humillar, y que se revolvían con facilidad buscando algo más tras la muleta. Un ganado imposible para unos jóvenes novilleros que están en sus inicios sobre todo Miguel Ángel Serrano, en su segunda novillada y primera ante sus paisanos.
Unos novillos que a falta de picar hubieran necesitado algún par más de banderillas, pues en la mayoría se cambiaba el tercio con solo dos palitroques, lo que propició que los novillos llegaran muy enteros a la faena de muleta.
A Eduardo Jurado no le gustó en absoluto el primero de su lote, un novillo que se revolvía buscándole con insistencia, tanto es así que tras sufrir el primer revolcón de la tarde se fue para coger los trastos de matar, decidiendo acortar la faena.
En su segundo tras dos buenas tandas parecía que el novillo podía servir, pero está visto que este encaste de novillos no permite ningún lucimiento y cuando más confiado andaba resultó enganchado. El revolcón fue severo, tanto que tuvo que pasar a ser reconocido a la enfermería y ya no volvió al ruedo. Miguel Ángel Serrano pidió permiso a la presidencia para despachar al peligroso novillo. Miguelito derrochó ganas, pero el novillo le puso en grandes aprietos. Al final se le concedió una oreja, más al valor que por lo visto en el ruedo.
Pero antes de esto, Miguel Ángel Serrano venía de pasar un auténtico calvario con el primero de su lote. Al que recetó una estocada defectuosa que propició que el novillo siguiera con la cabeza alta. Los numerosos intentos de descabello alargaron en demasía la faena, tuvo que volver a entrar de nuevo a matar con el novillo reculado en tablas. Al final acertó con el verduguillo y recibió una ovación del respetable.
En el que cerró plaza, otro enemigo de mucho cuidado, que se colaba y le buscaba continuamente. Demostró arrojo y valor para doblegar al novillo. No se amilanó Miguelito ante los revolcones sufridos y recomponía su figura. Con la espada no anduvo fino, pero al final después de varios intentos consiguió matar a volapié. De nuevo le fue concedida una oreja.
En definitiva, puede decirse que fue una novillada, en la que los espectadores estuvieron toda la tarde sobrecogidos por los acontecimientos, pues no es lógico ni razonable que para novilleros que están comenzando se traigan estos novillos, que siempre buscan tras la muleta algo más. Los asesores taurinos deberían tomar buena nota.